El Mediterráneo: España y Portugal

Por un lado, esta ciudad, fundada por los romanos hace unos 2,100 años, rebosa de historia de muro a muro (literalmente) y esplendor arquitectónico. Puedes viajar en el tiempo y recorrer los laberintos de callejones y caminos de adoquín que rodean a la catedral gótica. Por otro lado, Palma está llena de vida, con los mejores restaurantes, tiendas y vida nocturna de la isla y un atractivo ámbito artístico. ¡Conoce más de Palma en un crucero por Europa !

El encanto del viejo mundo se mezcla con maravillas de la arquitectura moderna en esta ciudad ecléctica repleta de arte y cultura. Pasea por las plazas góticas llenas de gente y conoce la asombrosa Ciudad de las Artes y las Ciencias, un museo y complejo de cines diseñado por el arquitecto mundialmente famoso Santiago Calatrava. Ya sea que quieras hacer compras, ver paisajes u observar a la gente, la tercera ciudad más grande de España ofrece a los visitantes una verdadera experiencia europea.

Motril es una magnífica joya de la costa del Mediterráneo. Las relajantes arenas de Playa de Torrenueva son un fabuloso lugar para disfrutar de un día soleado. Si quieres explorar tierra adentro, dirígete a la Cueva del Capitán para disfrutar de una fantástica caminata en plena naturaleza. Además, la ciudad tiene una gran riqueza histórica para ofrecerte. Pasa por el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza para visitar una iglesia del siglo 17 rodeada de increíbles vistas panorámicas. Luego, dirígete al Museo Preindustrial de la Caña de Azúcar para conocer todo acerca del cultivo principal de la región.

Visita Gibraltar para descubrir lo impresionante que puede ser una roca. Desde la cima del Peñón (más de 400 metros de altura) puedes admirar la vista cruzando el Mediterráneo y hasta la península de España. Recorre la Cueva de San Miguel, una caverna fascinante que estuvo habitada durante el Neolítico y fue visitada por los primeros romanos. Recorre las tiendas repletas de manteles bordados de Madeira o sal a ver los famosos monos de Berbería. Después visita un pub local para comer un tradicional plato de pescado y papas fritas. Si realmente quieres adoptar las costumbres del lugar, pide una cerveza (o dos) con tu comida.